Uno de los grandes proyectos de la línea de arte ha sido el proyecto “Azulejos y más allá”.
Viendo el interés mostrado por los niños y el abanico tan amplio de conceptos que podíamos trabajar, lo que pretendía ser una actividad puntual para el Día de Andalucía terminó siendo uno de los proyectos que más hemos disfrutado y exprimido.
Comenzamos aprendiendo acerca del azulejo andaluz, ahondando en sus orígenes, conociendo su historia y, por lo tanto, parte de la nuestra. Vimos sus características y elaboramos nuestros propios azulejos en papel y en arcilla.
De la mano de Juan, padre de dos de nuestros alumnos, aprendimos técnicas de modelado, supimos qué herramienta utilizar en cada momento y elaboramos piezas de barro con intención de hornearlas después.
Pero nos quedamos con ganas de más, así que estuvimos investigando un poco y tuvimos la suerte de contar con Tomás Ruano, tío de otro de nuestros alumnos y uno de los directores de Tilovely, empresa especializada en suelo hidráulico. Tomás impartió un fantástico taller en el que pudimos aprender qué es el suelo hidráulico, sus diferencias con el suelo de barro convencional y la revolución que supuso su descubrimiento en la utilización de azulejos en los suelos de todo el mundo. Además pudimos apreciar los materiales de primera mano y fabricar nuestras propias piezas.
Para finalizar el proyecto nos sumergimos en el grandioso mundo de Gaudí. Su originalidad, sus colores, sus formas y materiales nos hicieron enamorarnos de su obra, trabajando de manera transversal conceptos tanto de arquitectura como de ecología e impregnándonos de su magia y talento que nos acompañaron durante todo el proceso de creación de nuestros mosaicos: primero diseñamos los bocetos; después preparamos los materiales, partiendo y clasificando por colores los trozos de azulejos los cuales, al igual que los que usaba Gaudí, eran en su mayoría reciclados; una vez que tuvimos todo lo necesario preparado, sacamos las mesas a nuestro maravilloso patio para trabajar al aire libre y elaborar nuestras obras y, como broche final, realizamos la exposición de las mismas.
Los alumnos de infantil también aprendieron sobre Antoni Gaudí, desarrollando la técnica del “Trencadís”, creando su propia versión del lagarto del Parque Güell y elaborando, entre otras cosas, el cartel de la exposición.
Todos recordamos tanto el proceso de elaboración como el resultado final con mucho cariño. Cuando se da tiempo y espacio a profundizar en los temas, el aprendizaje se fortalece y crecen raíces que lo van conectando con las diferentes áreas. Así, desde el arte y con el arte, se trabajan conceptos geográficos, culturales, históricos e incluso matemáticos. La educación no está compartimentada, está entremezclada como las ideas de Gaudí.